En tiempos donde se recomienda no acercarse a los lobos de mar, en Weekend Web visitamos Santa Clara del Mar y nos subimos a Lobo de Mar, la embarcación de nuestro referente Eduardo Cañueto, un experimentado guía que ha recorrido decenas de pesqueros del país, y fuera de él, aunque desde hace décadas, su base de operaciones principal está en este bello destino ubicado entre Mar del Plata y Mar Chiquita.
Este fin de semana que pasó, tras varios días de mar complicado, mucha marejada, viento sur y del este fuerte, situaciones que volvieron imposible el ingreso al océano, tanto sábado como domingo pudieron entrar y disfrutaron de dos jornadas inmejorables, con buen pique y hasta calor, algo inusual para la época.
l sábado, navegaron en la línea de la milla y media de la costa aproximadamente, en una salida en búsqueda de la variada de mar. Inmediatamente, se dieron capturas de algunas pescadillas, gatuzos y elefantes, pero la importante presión de pesca que había en la zona obligó a que se muevan. Varias lanchas amarillas muy cerca eran una complicación, por lo que ingresaron unas doce millas hacia el este, a un sector de piedras con buena profundidad. Allí, dieron con lindos meros, buenos besugos y hasta algunos cortes de cazones. Llamó la atención, en toda la jornada, la abundante presencia de rayas, tanto moteadas como espinosas, algo inusual que se pudo deber a la alta temperatura. Sin dudas, una multiplicidad de especies que hizo un sábado muy efectivo.
Al día siguiente, anclaron a una milla y poco más de la costa, justo frente a Santa Clara del Mar, en una zona de 12 a 14 metros de profundidad. Allí, el fondo es duro, pero no es piedra, y está lleno de caracolillos, lombrices de mar y cangrejos, sectores con mucha vida para la cadena alimenticia de los peces y favorables para la pesca. Este sitio, por un lado, es fantástico para pescar, pero, por otro, es muy bueno en caso de vientos, ya que permite anclar mejor.
Una vez que las cañas lanzaron los aparejos al agua, inmediatamente aparecieron las pescadillas. Primero, aisladas y luego, en cardúmenes que generaron constantes dobletes. Luego llegó el cornalito, y tras ellos, además de las pescadillas, apareció la palometa cazando, lo que motivó a Cañueto a poner los sabikis, esas líneas con plumitas que se han puesto de moda, y con equipo liviano, logró de a dos y tres palometas. Los baldes se completaron con elefantes, lindas brótolas, congrios y las primeras corvinas. Las rayas estuvieron a la orden del día, pero en menor cantidad al día previo.
Se vienen meses muy buenos para embarcarse en el mar y disfrutar de las bondades de un océano Atlántico con mucha variedad de especies. Pescadillas serán la vedette, ya que las encontraremos en cantidad, y será difícil evitarlas. Algo similar pasa cuando, tras alevinos, llegan los cardúmenes de palometas. Los gatuzos se potencian de acá a noviembre, las corvinas irán en ascenso y se suma el cazón, buscando los piques más alejados de la costa. Además, allí lograremos meros y besugos, en una buena época para pescarlos en cantidad como calidad, ya que septiembre y octubre son meses de desove, el mero se acarduma y su captura es más fácil. Como si esto fuera poco, congrios, brótolas, palos y melgachos son alternativas para pescar en un lugar muy rendidor como Santa Clara del Mar.
Fuente: Revista Weekend
